No lo vamos a negar, conocemos a Susana Abaitua desde hace mucho tiempo. Si os fijáis en la letra pequeña de nuestros frascos, se puede leer que somos de Vitoria, igual que ella.
Conocemos a Susana desde hace mucho tiempo, sí, pero nunca habíamos tenido un trato cercano con ella. La conocemos como se conocen en las ciudades pequeñas a las personas que quieren volar.
Susana decidió ser actriz en pleno Bachiller cuando nosotros mismos todavía no sabíamos qué iba ser de nuestra vida. La vimos aparecer por primera vez en el cine con su película “La buena nueva” y, a partir de entonces, solo ha ido creciendo paso a paso, con esfuerzo, sacrificio y perseverancia, como todas las cosas buenas que suceden en la vida.
Ahora, empezando este 2021, vemos cómo Susana está en uno de sus mejores momentos profesionales. Y es entonces cuando nos damos cuenta de que tenemos un origen en común, no solo geográfico, que también, sino el origen de querer apostar todo a una sola carta. El origen primario de confiar en uno mismo y de saber que con trabajo, todo llega.
Nosotros, y hablando también en nombre de Upani, vimos en Susana el claro ejemplo de que con constancia, todo se puede conseguir. Vimos cómo se fue de Vitoria, cómo evolucionó y cómo, por fin, se ha reconocido el trabajo de una actriz que voló como una bailarina de ballet antes de posarse en el suelo. Eso, lo del ballet, le viene de familia, y ahora suponemos que el volar también.
Creemos en nuestro producto, creemos en sus beneficios y confiamos en que se conozca y reconozca todo lo que puede hacer por nosotros. Confiamos en nuestro trabajo y, por eso, no podemos tener mejor ejemplo, ni mejor privilegio que contar con Susana en este proyecto.
Sabemos que tenemos un largo camino por delante, pero también sabemos que, como Susana, todo esfuerzo tiene su recompensa.
Arte y fotografía: @juancortazar_
Coach de Baile: @gabriela_abaitua
Agradecimientos: @estudiodedanzasofiaabaitua