A lo largo de la historia la menstruación ha estado censurada, condenada al destierro, a la invisibilidad y ha sido tratada como sucia y despreciable. En algunas culturas existen supersticiones sobre la mujer en fase menstrual como la prohibición de cocinar o hacer trabajos por temor a la mala suerte. El Chaupadi Nepalí, por ejemplo, obliga a las mujeres y a las niñas a abandonar la aldea por el temor a que el pueblo o la comunidad sufran una desgracia. Hasta hace no mucho en Occidente la menstruación era un tema tabú, un estigma del que nos avergonzábamos. Hoy, al fin, podemos hablar de ella de manera libre y abierta.
Este hecho ha supuesto que algunas alteraciones menstruales como la endometriosis, la dismenorrea o el síndrome de los ovarios poliquísticos, entre otros, queden relegados debido a la falta de información o sean clasificados como simples reglas dolorosas, cuando la realidad es que son problemas de salud graves, empeorados por los clichés que se han adjudicado de manera simple al temperamento femenino como incomprensible e inestable lejos de nuestra esencia mudable, genuina y por supuesto única.
Entender que nuestra naturaleza es especial es el primer paso para poder desmitificar las etiquetas que se han ido vinculado a la menstruación, sin darle una explicación clarificadora o científica; el malhumor, la falta de deseo sexual, el cansancio, los cambios de humor, las alteraciones físicas o la irritabilidad. Por supuesto, todos ellos tienen una aclaración que nos puede explicar con exactitud qué les ocurre a nuestras hormonas en cada momento, pero también existe una esfera mística respecto a nuestra esencia femenina.
Nuestra naturaleza femenina es cíclica y forma parte nuestra forma arquetípica. La dualidad masculina se conforma de formas lineales y estáticas, o de metáforas, de figuras como el Sol. Nuestra materia es transformadora como la Luna, misteriosa, nocturna, resplandeciente y también alterable. Somos seres variables pero esto no debería ser un impedimento ni algo negativo ni desigual. Podemos extrapolar en términos filosóficos nuestras cualidades a otras especies del reino animal o vegetal que con su metafísica poseen cualidades divinas e incluso poéticas ¿Quién le acusa al árbol de ser estático? ¿O al perro de ser fiel y noble? ¿O a un felino de ser independiente y libre? ¿Quién desea cortarle las alas a un pájaro? ¿Quién osa a llamar maléficas a las espinas de las rosas? ¿Por qué no abrazar nuestras propiedades sensibles llenas de posibilidades?
Para poder llevar a cabo una vida corporal más armoniosa debemos aceptar nuestro cuerpo. Ese fabuloso recipiente de piel que nos permite vivir, jugar, pensar, bailar, saltar, hablar, crear, imaginar, relacionarnos, soñar, besar, amar, comer, crear, disfrutar, llorar, reír y mucho más. Este conocimiento nos permitirá habitarlo de forma plena, potenciando las virtudes de cada uno de nuestros estados corporales.
Nuestra esencia está en sintonía con la naturaleza, tanto que nuestros ciclos, que suelen ser de 21 a 40 días, una alegoría con los ciclos lunares que están compuestos por 29 días, cuando la Luna renace dejando atrás todo lo que no necesita para poder iniciar un nuevo proceso. Así sucede también en nuestro organismo cuando nos deshacemos de nuestro óvulo para trascender de nuevo.
Nuestros ciclos se componen de 4 fases.
- La menstruación - Luna Nueva - cuarto creciente
- La fase folicular - Luna llena
- La ovulación - Luna llena y cuarto menguante
- La fase lútea - Cuarto menguante y Luna nueva
Desde Upani CBD queremos compartir algunos datos y sugerencias creativas sobre la Fase de Luna nueva - cuarto creciente.
En la Luna nueva - cuarto creciente comienza la regla, y con ella toda nuestra progesterona desciende, es por ello que nuestra energía sexual baja, puesto que de manera biológica ya ha pasado el "momento de procrear" y, por tanto, el impulso animal se acomoda con el ritmo corporal. Somos mamíferos aunque nuestra conciencia humana y nuestro intelecto nos alejen de los instintos más primarios. Estamos hechos para la supervivencia. En la Fase Lunar nueva- cuarto creciente el revestimiento uterino que se había preparado para el embarazo se desprende y el tejido uterino sale en forma de sangrado.
Esta fase menstrual tendrá una duración de entre 2 a 7 días, lo que dure el sangrado en la diversidad de los cuerpos. Según la duración de nuestros ciclos podrá aparecer más a menudo o más prolongado en el tiempo. Durante esta fase la energía sexual y las hormonas que la impulsan, progesterona y estrógenos, bajan sus niveles y todo nuestro cuerpo se concentra en esta tarea. El cérvix se coloca en una posición baja para que la sangre fluya y sea expulsada más fácilmente. ¿Acaso no es asombroso todo lo que sucede en nuestro mecanismo interno? Parece increíble que haya sido tan poco alabada la sabiduría y la perfección del cuerpo femenino, que por sí solo sabe lo que no necesita para reiniciarse.
En esta fase en la Luna nueva y cuarto creciente las emociones y los sentimientos se vuelven muy intensos y estamos más receptivas ante todo lo que nos ocurre en nuestro entorno. Un cachorrito por la calle o un anuncio edulcorado pueden ser un motivo de peso para echarnos a llorar, pero ¿por qué no? Estamos despiertas y conectadas con la vida y con las emociones que nos rodean y no hay nada más bello. Eso sí, nos sentimos un tanto incómodas en aspectos de la vida social pero con el ánimo que nos queda podremos llevar a cabo algunas acciones como pintar, sembrar, escribir, pensar en nuevas ideas y con ellas expresar la energía ascendente que circula en nuestro interior en estos días.
Desde Upani os invitamos a llevar un pequeño registro, un diario lunar para poder apreciar cómo se manifiestan en cada una de las fases. Escribir la fecha de la fase menstrual, ver cómo está la luna en estos días para poder apreciar con qué luna estoy acompasada, ver hacia dónde se dirigen mis hormonas y cómo es el latido de mi corazón. Por ejemplo, hay cuerpos que en esta fase tienen más energía sexual, es decir niveles más altos de progesterona. Puede ser que sufras muchos síntomas premenstruales y que cuando aparezca el sangrado tu sensación sea de plenitud y de alivio. Para los dolores muchas de nuestras usuarias usan Upani para calmar de manera natural los síntomas que se presentan durante esta fase o los días previos.
Cada ciclo puede ser distinto y especial, en una menstruación puedo sentirme muy alegre y entusiasta y querer compartir esa energía con los que me rodean, poseer una energía arrolladora o, por el contrario, estar más refugiada en mis pensamientos. En cualquier caso, registrando cada acontecimiento podrás reconocerte en cada uno de ellos y ser distinta en cada momento. Anotar lo que sucede en nuestra entrañas puede ser muy revelador para una misma ¡Escríbelo!
¿Qué sucede en nuestro cuerpo en esta fase? ¿Cuál es mi deseo sexual? ¿Cómo es mi apetito? ¿Hacia dónde van mis sentimientos? ¿Cómo es la textura de mi piel? ¿Me siento ardiente o apagada? ¿Cuál es mi humor? ¿Siento tristeza o melancolía? ¿Dónde se encuentra mi energía? ¿Siento rabia y desolación? Sea lo que sea, úsalo como herramienta creadora de autoconocimiento, sin juicios.
Puedo trazar lo que siento, usar un color para expresar mis afectos, componer un verso, escribirlo todo. La energía ascendente está arriba y con ella podemos explorar nuestro cuerpo, ese gran desconocido. Por ejemplo, si os detenéis a ver qué acontece en esta fase podréis apreciar que en estas noches los sueños son más nítidos y los episodios oníricos están muy activos y son más fáciles de recordar. ¡Dibújalos!
Upani CBD sugiere el autocuidado de manera divertida y mimosa en estos días; idear un pequeño ritual para la Fase Luna nueva - cuarto creciente. Es el momento de darte un homenaje y como primer regalo para esta fase inicial unas gotas de CBD, un baño cálido o una ducha de vapor, unas velas que iluminen la habitación, apaga el teléfono y enciende un aroma que lo ocupe todo. Recorre tu cuerpecito con tus manos, ¿qué sucede? ¿Qué suena? ¿Qué está pasando en tu vientre?
Extiende tu creatividad, quizás puedes condecorarte con un masaje en la zona del bajo vientre con gotas de aceite de CBD. Siente todo lo que está sucediendo, notarás que el útero está tenso y trabajando duro. Coloca una bolsa de semillas con calor, siente esa vibración que está muy latente, acarícialo como si fuera un animalito que ronronea y comprobarás que este instante es más que merecido. Bienvenido sea.
La sociedad en la que vivimos y sus ritmos alocados nos imponen la productividad ante todo, por ello darse un respiro y consentirnos es un pequeño acto revolucionario. Nuestras hormonas están revueltas y físicamente sentimos que no llegamos a todo lo que se nos exige. Escúchate y, si tu cuerpo te lo pide, baja las marchas, es el momento de darte una pausa.
Puede ser un buen momento para comenzar algo, aunque sea algo mínimo y poco exigente, un capricho que tenías pendiente, una manualidad, coser, leer, unos minutos para estar presente, estar contigo y con tu cuerpo. Son días de introspección, de percibir todo lo que está pasando en nuestros adentros, ya volveremos al exterior, por ahora sumérgete en tu mundo interno. ¿Cómo es ese universo?
Pensaréis que no todas se pueden dar el lujo de dedicarle un tiempo a bendecirse, pero únicamente consiste en buscar unos minutos, un espacio para esta ceremonia en honor a nuestra figura, un tiempo para nosotras. Un buen manjar, un movimiento suave o el descanso absoluto. Inventa y permítete ese acto pacífico para reposar tu cuerpo.
Parece una contradicción aceptar nuestros cambios como una virtud en un sistema que nos obliga a encasillarnos de forma estricta en lo sentimental, lo sexual, lo profesional, en la personalidad, en nuestro carácter, en nuestras aficiones, nuestros hábitos e incluso en nuestras decisiones vitales. Es por ello que esta cualidad mutante de nuestra existencia ha resultado incómoda en nuestra sociedad resistente al cambio, que nos comunica constantemente que algo tan natural que sucede en nuestro cuerpo es algo nefasto, en lugar de respetarlo como parte fundamental de nuestra realidad.
La menstruación siempre ha tenido fama de horripilante, dolorosa, incómoda y sufrida, eso es así. Durante esos días nos sentimos cansadas, agotadas y doloridas. Con todo esto, no queremos romantizar este hecho, simplemente cambiar el paradigma y todas las etiquetas negativas que carga el acto de menstruar. Una acción esencial que nos pertenece y que nos recuerda que estamos vivas y que ya no seremos las mismas en esta luna naciente.
Desde Upani queremos comunicar lo sagrado de la naturaleza femenina, enaltecerla como acto que nos enlaza a la vida, motor de fuerza y potencia creadora de vida, y buscar alternativas para hacerla más creativa y amada. Honrar ese acontecimiento asombroso tan nuestro que en cada Luna nos permite transmutar y volver a ser.
Guías y categorías
Recent posts
